martes, 12 de agosto de 2008

¡Pégame! Eso no es lo que me duele.


Hoy me ha dicho que me quiere, sé que se arrepiente, que me ama. Es normal que ayer me gritara y me golpeara fuertemente. Lo entiendo, se tenía que desahogar…había tenido un mal día. Sé que se arrepiente.
Mi hijo, mi querido hijo, mi nueva esperanza… ya no nacerá, las patadas y puñetazos me han provocado un aborto, pero sé que se arrepiente.
Hoy en la tarde de nuevo sus lindas palabras se han convertido en gritos, insultos, desprecio hacia mí. Sus caricias son golpes, golpes que ya no duelen. Pero me ha pedido perdón, sé que se arrepiente, que me quiere.
Ya mis tacones no se escuchan por la casa, ahora sólo se oyen mis lamentos, muerta de dolor, envuelta en lágrimas, y sin aire, pero no le doy importancia, sé que me quiere, él me lo ha dicho, que sin mí no puede vivir…pero yo a su lado tampoco.
¿Qué es eso que nos separa? ¿Qué ha pasado para que, aún pegándome, aún sintiendo su puño sobre mi pecho, sienta que no me toca?
Sus golpes cada vez son más fuertes, sus disculpas, cada vez más frecuentes. Ya no distingo sus golpes de sus abrazos, sus órdenes de sus consejos, ni siquiera distingo si grita o si me susurra, porque todo me duele…todo me hace cada vez más pequeña, más indefensa, más atada a él…porque me encierra, no me valora, me insulta, me quema, me ridiculiza, me aprieta, me patalea, me empuja, me arranca los pelos, me prohíbe hablar, me amenaza con hacerme daño a mí y a los que quiero, me...me mata lentamente.
Por fin, hoy, por fin, todo ha acabado, ahora ya no sirven de nada sus arrepentimientos, sus súplicas de perdón…porque ahora sí descanso en paz.

A todas aquellas mujeres que son maltratadas y que viven en eterno sufrimiento.

1 comentario:

Manolo Navarro dijo...

Pocas palabras quedan por añadir... o quizás si, aun quedan muchas palabras por acusar.

Señalemos con los dedos, marquemos los animales, acabemos con los asesinos potenciales... ellas las víctimas, ellos los criminales... la ley la medicina, la sociedad la vacuna. Ni una sóla víctima más Dios mío.

Felicidades por el relato; ojalá sirva para algo.

Besitos.