jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Y por qué?


Junto a la playa, con un sol impresionante:


- No me dices cosas bonitas…¿Me quieres?
- Si.
- ¿Por qué?


Agacha la cabeza, y con la mirada fija en el suelo, contesta: No lo sé.
Seguidamente se hace un pequeño silencio, y mientras me mira de reojos, susurra: Eso es lo bonito.

No es necesario que las palabras bonitas broten de sus labios continuamente, aunque de vez en cuando me guste escucharlas.
Permanecer a mi lado cuando lo necesito, escucharme, o simplemente mirarme, es el regalo que cada día me ofrece. Es el regalo que cada día necesito.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Toma mi mano, no la sueltes...


Dime de qué manera debo explicarme lo que ocurre. En ocasiones, cuando miro al espejo, veo mi reflejo y pienso: soy fuerte. Pero…¿Qué significa ser fuerte? ¿Significa quizás ser capaz de compartir a esa persona a la que quieres?
En ese momento pienso que puedo con todo, sin embargo, cuando miro mis manos, cuando comienzo a sentir dolor, me doy cuenta de que soy una persona, de que siento, de que sufro, no sé como explicármelo, no sé como hacerme creer a mi misma que tengo fe, que debo de tener fe en ti. Me lo repites una y otra vez, pero…al fin y al cabo…¿Quién es la persona que duerme a tu lado? Porque yo no soy. Qué difícil entonces es tener fe en ti.
Con cada caricia me das la vida, y en cuanto das la media vuelta, para volver con ella, me la quitas. Mientras dices que te mueres por mis besos, en realidad la besas ella…dependes de ella. Depende de cómo se encuentre ella ese día, de lo que te pida.
Explícame tu, explícame como arrancar este dolor, esta duda, esto que lentamente se hunde en mi pecho, esta soledad. Te comparto sin remedio, tu cuerpo se divide en dos. En ese momento mis ojos se cierran, mis palabras suenan en el silencio, mi alma se rompe, se desmorona.
¿Piensas entonces que es fácil tener fe en ti?
A veces pienso que este dolor cesará, que algún día llegaras para quedarte a mi lado y no irte más. Que dejarás por una vez que seamos uno.
De nada me sirve despertarme cada mañana con una nueva ilusión si después…después las pisoteas. De nada me sirve.
Imagino que algún día me podré despertar sin miedo a que no estés a mi lado, sin miedo al que dirán, sin miedo a que mi alma se vuelva a romper.

Hoy me he dado cuenta que tener fe en ti me ha dado el tiempo para esperar, y me ha dado la luz para poder mirar en tus ojos, para que pudiéramos hablar con las miradas, para besarnos en las distancia.
Un día nuevo ha amanecido. Siento una nueva sensación, alguien me da calor, alguien roza mi mano y la aprieta fuertemente. Con miedo, con incertidumbre, miro a mi lado…y estas tú. No te vuelvas a ir…

“Desear lo difícil te hace luchar aún más para poderlo conseguir. Cuando lo tienes, el valor se multiplica. Espero que tanto valor sea compañero de la felicidad”

domingo, 24 de agosto de 2008

Triste sentimiento de soledad.


Si en algún momento te sientes solo o sola, recuerda:
“La soledad es llamar por teléfono, y comprobar que no hay nadie al otro lado, que no contestan. Soledad es estar en casa, y que no haya nadie a tu lado. Soledad es tener que sobrellevar momentos difíciles y no poder acudir a nadie.”

Recapacitar sobre estas palabras, en más de una ocasión nos ayudará a darnos cuenta de que la soledad no estaba tan cerca como pensábamos.

Piensa, si, tú que lees, piensa que deberías dar gracias porque hay muchas personas que cada mañana que se despiertan, lo primero que hacen en pensar en ti. Hay personas que no descansan hasta que llegas a casa, o simplemente desean desayunar contigo para poder disfrutar de tu presencia aunque solo sea ese rato. Seguro que alguien deja todas sus tareas a un lado para escucharte y descubrir que te ocurre porque solo con mirarte ya sabe que te encuentras mal.

Indudablemente, hay días en los que, por algún motivo, los ánimos se encuentran a la altura del suelo, y todo nos parece desastroso. Añoramos todo aquello que ya no tenemos, lloramos por la ausencia de los que aún queremos, y acabamos maldiciendo…a la soledad.

Ante esto, piensa en lo que te digo…¿Sigues estando solo/a?

martes, 12 de agosto de 2008

¡Pégame! Eso no es lo que me duele.


Hoy me ha dicho que me quiere, sé que se arrepiente, que me ama. Es normal que ayer me gritara y me golpeara fuertemente. Lo entiendo, se tenía que desahogar…había tenido un mal día. Sé que se arrepiente.
Mi hijo, mi querido hijo, mi nueva esperanza… ya no nacerá, las patadas y puñetazos me han provocado un aborto, pero sé que se arrepiente.
Hoy en la tarde de nuevo sus lindas palabras se han convertido en gritos, insultos, desprecio hacia mí. Sus caricias son golpes, golpes que ya no duelen. Pero me ha pedido perdón, sé que se arrepiente, que me quiere.
Ya mis tacones no se escuchan por la casa, ahora sólo se oyen mis lamentos, muerta de dolor, envuelta en lágrimas, y sin aire, pero no le doy importancia, sé que me quiere, él me lo ha dicho, que sin mí no puede vivir…pero yo a su lado tampoco.
¿Qué es eso que nos separa? ¿Qué ha pasado para que, aún pegándome, aún sintiendo su puño sobre mi pecho, sienta que no me toca?
Sus golpes cada vez son más fuertes, sus disculpas, cada vez más frecuentes. Ya no distingo sus golpes de sus abrazos, sus órdenes de sus consejos, ni siquiera distingo si grita o si me susurra, porque todo me duele…todo me hace cada vez más pequeña, más indefensa, más atada a él…porque me encierra, no me valora, me insulta, me quema, me ridiculiza, me aprieta, me patalea, me empuja, me arranca los pelos, me prohíbe hablar, me amenaza con hacerme daño a mí y a los que quiero, me...me mata lentamente.
Por fin, hoy, por fin, todo ha acabado, ahora ya no sirven de nada sus arrepentimientos, sus súplicas de perdón…porque ahora sí descanso en paz.

A todas aquellas mujeres que son maltratadas y que viven en eterno sufrimiento.

martes, 15 de julio de 2008

Simplemente, ella.


No me digas que es lo que te duele, no me lo digas, lo sé.
No me digas que has hecho, que no has hecho…porque lo sé.
Tus palabras no me dicen nada de ti, tu mirada sí.
¿Recuerdas cuando decías que no querías ir conmigo de paseo, que te aburrías? No te preocupes, yo aún sigo esperando que quieras venir conmigo, porque yo sí te acompañaré en tu paseo, y te escucharé cuando necesites alguien a tu lado.
¿Recuerdas cuando cogía tu ropa a escondidas porque no me la prestabas? No te preocupes, para que no te enfades, yo hoy sí te dejo mis pendientes…
¿Sabes por qué? Porque las personas crecemos día tras día, paso a paso, y te das cuenta de que en la vida hay personas a las que quieres, a las que te enganchas sin querer, en mi caso, porque ya viniste dada antes de que yo naciera.
Porque serías esa HERMANA que me abriría puertas, esa HERMANA de la que aprendería a ser mayor, esa HERMANA a la que querré como tal durante el resto de mi vida…
Te quiero y te querré sin motivo alguno, pase lo que pase, como si fuera tu madre, porque aún siendo más pequeña que tú, te cuido, te protejo, te defiendo. Simplemente porque me viniste dada. Sencillamente porque mi madre y mi padre, incluso antes de nacer, ya me habían premiado con tu presencia.
Porque gracias a ti comencé a valorar lo importante de la vida, a recapacitar antes de hablar, a pelear por no dejarte pisotear…a tantas y a tantas cosas.
Te quiero…porque te quiero. Simplemente porque eres tú, simplemente porque eres mi HERMANA.

sábado, 12 de julio de 2008

Basta una cena en familia para darnos cuenta de que sí tenemos suerte.


A menudo solemos pensar que tenemos mala suerte, pero ¿en realidad esto es así?
Si suspendemos un examen pensamos que tenemos mala suerte, o si nos coincide el primer día de trabajo con cualquier otro acontecimiento importante…tenemos mala suerte.
¿No será que las cosas suceden así por algo? Que el futuro, o nosotros mismos, nos creamos un camino, en el que también tienen que existir desilusiones para conseguir cosas más valiosas, o al menos, considerarlas como tal porque nos ha costado mucho conseguirlas.
Lo que nos ocurre no debe ser fruto de la mala o buena suerte, puede ser tan solo oportunidades que te cierran puertas, para que puedas abrir las otras, que lo mismo, tienen un camino mucho más agradable.
Sin embargo, a día de hoy debería de decir que tengo mucha suerte…sin muchas oportunidades de crecimiento, pero al menos… mucha suerte.

Pensar que algo bueno vendrá me hace aún más feliz.

domingo, 6 de julio de 2008

La distancia también duele


¡Dime, hacia dónde lo guías!
¡Dime, dónde le cobijas!
¡Dime, cuándo y dónde le iluminas!
¡Dime dónde, que quiero ir donde está él! ¡Dime dónde, porque no puedo estar ni un solo segundo más sin él!
Espero impaciente su llegada, espero impaciente para poder sentir que de nuevo le tengo a mi lado, que otra vez puedo disfrutar de él.
Cuando está junto a mi, cuando me abraza… ¡Por favor, tiempo, detente! No seas mi enemigo, no juegues contra mí.
Cuando él está lejos…entonces siento la eternidad, entonces comprendo a la soledad.
Cada semana una nueva despedida…¡Me duele tanto!

Te amo, haya los kilómetros que haya entre tú y yo.

viernes, 30 de mayo de 2008

Frases y Conversaciones para Recordar


En esta nueva entrada paso a mostraros frases y conversaciones que, al menos para mí, van a pasar a la prosperidad.

Son frases que en el momento parecen lo más normal del mundo, pero cuando piensas en ellas, te das cuenta de que meter la pata es algo muy fácil.


En los aparcamientos del Mercadona, dando marcha atrás con el coche:
- ¿Sabes por qué voy tan lenta en marcha atrás?
- No, ¿por qué?
- Porque voy en segunda.

En Zara del Factory:
- Mira que bolso más bonito. ¿Te gusta? ¡Ui, mira!, ¡dentro trae hasta un monedero!...y una rebeca, y kleenex…
- Creo que esa chica te está mirando…

Y aún no tiene el carné:
- ¿Cuales son las luces de carretera?
- Las largas, Conchi
- ¿Y de que color son? ¿Blancas?
- Si
- Po no se por qué, porque yo las veo rojas!!

Abel, ¿cuáles son las luces verdes del coche?

Una estudiante de E.S.O:
¿Sabéis que el agujero de la capa de Ozono ya es más pequeño? ¿O era el CO2?

- María, ¿qué hago para trabajar?
- Po coge un papel y escribe: voy a trabajar. Si no te dejan, po lo escribe en otro papel, y si no te dejan, po lo escribes en otro…y luego la echas en el cajero de tu trabajo
(En primer lugar, cuando dice cajero de refiere a buzón, y en segundo lugar, si tuviera trabajo, ¡¡no tendría que enviar nada!!)


Si tenéis algunas frases que se puedan sumar a estas, ya sabéis, mandármelas.

domingo, 18 de mayo de 2008

La magia del inconsciente

Cuando tenía 12 años comencé a escribir un “mini libro”. Un poco después una amiga, Ana, se sumó, y seguimos escribiendo las dos juntas.
Lo cierto es que, para ser un libro es muy corto, y para formar parte de mi blog, bastante largo, sin embargo, me ha resultado gracioso recordar las faltas de ortografía que tenía a esa edad (ahora he intentado subsanarlas), así como los temas que me inquietaban, y que creo que siguen ahí. Espero que os guste.

“Queridos lectores y lectoras de mí libro:
Os aconsejo que si queréis pasar miedo leyendo este libro, lo mejor que podéis hacer es meteros a solas en una habitación a oscuras completamente, con una sola vela encendida para poder leer. No os faltará nada más, puesto que lo demás lo pone mi libro, pero has de ser muy astuto para no caer en tentaciones escritas, pues te hará perder el control y hacer cosas de las cuales te arrepentirás.
Debéis estar seguros/as de que sí los queréis leer, pues una vez lo hayas empezado, no podrás retroceder.

Todo empezó una tarde calurosa y envuelta en risas. Ese día no me encontraba bien, necesitaba silencio, tiempo para pensar cosas, pues no tenía las ideas claras, apenas podía pensar, era como si alguien se hubiera adentrado en mi ser y me hubiera quitado todos mis pensamientos y fuerza.
Ese día empecé a ver una película sobre las 12 de la noche. Trataba sobre varios espíritus que habitaban en casas, convirtiendo a las personas que vivían allí en zombis, personas de ojos rojos, color de piel blanquecido y rostro decaído, especies de hombres descompuestos que en cuanto veían a una persona, la asuntaban con cuchillos afilados y manchados de sangre de otras personas a las que habían matado anteriormente.
Esa misma noche, después de la película, cuando me acosté, empecé a escuchar varios chillidos de terror, el ruido de puertas abriéndose y cerrándose, pero al cabo de media hora, desaparecieron los ruidos.
Al día siguiente me encontraba mejor, de modo que me fui con mis amigos. Ese día, los padres de uno de mis amigos se fueron, por lo que nos fuimos a su casa y empezamos a llamar por teléfono de cachondeo.
Cuando llamábamos sólo preguntábamos por personajes de películas de terror, como: ¿Está Drácula? Una de las veces que llamamos, número de teléfono que no diré por motivos de seguridad, preguntamos por Drácula. Nos contestaron diciendo que no se encontraba allí. Pero que dejara un vaso de leche y unas tijeras sobre la mesita de noche, ya que me visitaría de madrugada.
Nosotros colgamos riéndonos, pensando que eran unas personas queriéndonos llevar la corriente, cuando José Ángel, el chico que había hablado por teléfono, dijo que haría lo que le habían dicho por teléfono, para que así al día siguiente pudieran llamar y seguir con la broma.
En ese momento llegaron los padres de José Ángel, y nos tuvimos que ir a nuestras casas, pero yo no tuve que hacer mucho camino para regresar a la mía, ya que vivía en el bloque de al lado.
Mientras iba a mi casa me enteré de que en el bloque de al lado mía una niña había muerto descuartizada misteriosamente, y su casa había quedado destrozada, y las paredes manchadas de sangre. Comencé a hablar con sus amigas, y me contaron que no sabían como le había podido pasar eso. De pronto, una de ellas empezó a decir que el anterior llamó por teléfono y preguntó si estaba Drácula, y le dijeron que no, pero que esa noche dejara sobre la mesa un vaso de leche y unas tijeras. Piensa que su amiga lo pudo haber hecho. Entonces todas las amigas comenzaron a romper en llanto de nuevo.
Más tarde me marché a mi casa, envuelto en miedo y recordando los gritos que la noche anterior había escuchado, pero lo peor fue cuando estuve hablando con mis amigos y me dijeron que ellos no habían escuchado nada, lo que hizo que tuviera más miedo aún. Comencé a pensar de donde podrían proceder esos gritos, mientras recordaba el asesinato que había sufrido la niña del bloque de al lado…
Cuando me volví a acostar, empecé a escuchar de nuevos chillidos, pero estos me resultaban familiares. De repente empecé a pensar en que mi amigo esa misma tarde había llamado por teléfono, y le habían contestado prácticamente con las mismas palabras que a la niña asesinada. Pensaba que esa sería la peor noche de mi vida.
A la mañana siguiente, cuando me levanté fui rápidamente a casa de mi amigo, pero pasó algo que me sorprendió un montón: Me abrió la puerta y me quité un gran peso de encima, pero como tenía prisa me marché en seguida. Al cerrar la puerta mi amigo, me di media vuelta, bajé el piso, y volví a ver a mi amigo. Le dije que por la tarde quedaríamos para ver un video, y bajé rápidamente, porque me extrañó bastante la forma en que me había mirado. Bajé tan rápido que incluso caí rodando escaleras abajo, cayendo a los pies de una anciana la cual decía ser la abuela de José Ángel, y fijando su mirada en mí, rompió a llorar como una histérica. Intenté consolarla, pero ésta repetía una y otra vez el nombre de “José Ángel”, hasta que la di por imposible, y salí huyendo de aquel portal.
Unas horas más tarde me encontraba en mi casa haciendo los deberes cuando llamaron a la puerta. Era José Ángel.
Le abrí la puerta y le dije que entrara y esperara mientras terminaba de hacer mis tareas, que viera mientras un video clip de Caníbal, el cual trataba sobre espíritus malignos, y depuse podía ir poniendo la película de video “Muerte segura en un cementerio de los Ángeles”.
Cuando terminé de hacer los deberes comencé a ver la película con José Ángel, cuando me di cuenta que minuto tras minuto me miraba de forma misteriosa, con una llama de fuego en sus ojos. Sus manos sudaban y se hinchaban. Esto desaparecía tras mirarlo. Pocos minutos después terminó la película y pasamos a comentarla, cuando de repente se apagó la luz y sentí como el aliento de José Ángel penetraba sobre el aire que yo respiraba. Unos segundos más tarde vino de nuevo la luz, pero José Ángel no estaba a mi lado, si no que se encontraba de camino a la cocina, pero él, al darse cuenta de que volvía la luz dio media vuelta y me miró. En ese mismo instante entró mi hermana Claudia por la puerta, ignorándome a mí, pero dedicándole una sonrisa a José Ángel. Tras esto, se marchó a su habitación. José Ángel me dijo que mi hermana Claudia era fantástica (diciéndolo de forma picarona y extrovertida) Me dijo que le gustaría hablar con ella, pero me resultó un tanto extraño, porque desde hacía varios años tanto José Ángel como yo sabíamos que Claudia iba detrás de él, aunque sin cortarme, la llamé.
- ¡Claudia, ven!
- ¿Qué quieres renacuajo?
Entonces, José Ángel habló: Claudia, ¿Te acuerdas de mí?
- ¡Pues claro! Creí que eras tu quien no me recordaba.
- ¿Cómo no te voy a recordar? Si te llevo siempre en mis pensamientos.
Claudia se quedó pasmada tras la contestación de José Ángel. A Claudia le entró tal vergüenza que se marchó a su habitación. Mientras tanto, José Ángel seguía hablando de lo maravillosa que era mi hermana.
Unos minutos más tarde me di cuenta de que faltaría poco para que llegara mi abuela, así que se lo dije a José Ángel (De forma indirecta para que se marchara), entonces, él dijo: ¡Oh, verdad, ya falta poco para que llegue la vieja de tu abuela!
Eso me sentó fatal, de modo que lo eché de mi casa diciéndole que no me volviera a dirigir la palabra.
Esa noche la pasé dándole vueltas a la cabeza, ya que encontraba a José Ángel un tanto diferente, como si alguien le hubiera quitado la personalidad. Esa noche no escuché ningún chillido, eso sí, escuché murmurar a alguien, de forma que me asomé por la ventana, dándome cuenta de que los ruidos procedían de su casa, además de que las luces se encendían y apagaban, como si poco a poco se estuvieran fundiendo.
Me volví a la cama, eso si, sin quitarme de la cabeza a José Ángel, pues tenía que averiguar lo que le pasaba, pero al poco tiempo me acosté, pues necesitaba fuerzas para el día siguiente, pues tendría que ir con mi padre para ayudarle en el trabajo.
Por la mañana sonó el despertador ¡RING; RING; RING…! ¡Oh, no, las 9 de la mañana, me he quedado dormido1¡!
Salí pitando hacia el baño antes de que mi queridísima hermana entrara antes que yo.
Ya en el baño, escuché como mi padre me llamaba: ¡Marcos, baja un momentito!
De forma que fui hacia la salita con los pantalones medio puestos y con el peine en la mano.
- ¿Qué quieres, papá?
- José Ángel te ha llamado.
- ¿Y qué quería?
- Quería pedirte perdón por una cosa que no debería haber hecho.
- ¿Qué le has dicho?
- Que viniera a las 10.30
- Pero papá…¿No tenía que irme contigo para ayudarte?
- No importa Marcos, hoy te daré el día libre.
Eso de José Ángel me pareció extraño, ya que es muy orgulloso, pero vamos, no me vino tan mal, pues me libré de ir a trabajar con mi padre.
A las dos horas y cuarto llamaron a la puerta. Debería ser él, pero no. Era un hombre intentando venderme una alfombra a 1500 pesetas.
En cuanto cerré la puerta y me di la media vuelta, me encontré cara a cara con mi hermana Claudia. Me miraba con cara de enfado y …¡Claro que lo estaba! Me dijo: ¿Ayer que intentabais…engañarme?
En el mismo instante que iba a contestar llamaron a puerta. Era José Ángel. Me dediqué a abrir y a mirarle fijamente, mientras le decía a mi hermana que más tarde se lo contaría. Claudia se fue directamente a su habitación sin rechistar.
José Ángel me miraba con cara de pena, pero al mismo tiempo con furia y odio, me daba miedo mirarle a los ojos. Le dije que entrara, se sentara, y que me dijera esa cosa tan importante que me tenía que decir.
José Ángel cogió asiento y se disponía a decírmelo, cuando llamaron por teléfono. Era mi padre para preguntar si nos encontrábamos bien. Mientras hablaba con mi padre me di cuenta de que a José Ángel le estaba pasando algo. Se retorcía y se tapaba los oídos, pero eso le pasó sobre todo cuando sonó el teléfono, comenzando a desaparecer posteriormente esos efectos. Sin embrago, no le di importancia, pené que era porque no le gustaba el sonido del teléfono. Después colgué, y me senté en el confortable sillón situado justo delante del sillón en el que estaba sentado José Ángel.
En el mismo momento en que me senté me di cuenta de que José Ángel me miraba fijamente, y de forma misteriosa. En ese instante le dije: José Ángel, ¿no tenías nada que decirme?
- Si, venía a que me pidieras perdón.
- ¿Yo? ¿pedirte perdón a ti? ¡Ni lo sueñes! ¡Fuiste tú quien te metiste con mi abuela!
- ¡Increíble! Vengo a darte otra oportunidad para que vuelvas a ser mi amigo, y tú la rechazas como si de nada se tratase.
- ¿Una oportunidad? ¡Márchate de nuevo de mi casa!
- ¡A mi nadie me echa de casa de nadie! Me voy por voluntad propia, pero que sepas que te vas a arrepentir, te haré la vida imposible.
Nos llevamos varias semanas así, sin dirigirnos la palabra, y yo, continuaba escuchando los chillidos por la noche, pero desde que nos peleamos, fueron aún más fuertes, y parecía que cada vez se acercaban más a mí.
Un sábado por la tarde, en el bar más macabro del barrio, estábamos toda la pandilla reunida y José Ángel empezó a beber más de la cuenta, algo que él nunca hacía, ya que ni siquiera le gustaba la bebida.
Cuando José Ángel se marchó a su casa, ya destrozado por la bebida, mis amigos y yo comenzamos a hablar sobre él, y todos estábamos de acuerdo en que se comportaba de forma extraña desde hacía aproximadamente unas semanas.
Un cuarto de hora más tarde me marché hacia mi casa. Una vez llegué, llamaron por teléfono los padres de José Ángel, comunicándome que había sido ingresado en el hospital más cercano a la zona, porque cuando llegó a su casa, ya un poco mareado, empezó a hacer algunas tonterías de las suyas. Se subió a una silla, y sacó de lo alto del ropera una tabla de esas llamadas “HUIJA”, y empezó a contactar con los espíritus, se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo afilado e intentó cortarse las venas, pero sus padres llegaron a tiempo.
Al enterarme contacté inmediatamente con mis amigos, cogimos un bus, y nos presentamos en el hospital los antes posible. Allí vimos un barullo formado en la habitación en la que se encontraba José Ángel. Asomamos como pudimos la cabeza, y pudimos ver que era él.
Tenía pelos de loco, ojos fuera de sus órbitas y estaba atado a la cama con unas cuerdas.
Los médicos decían que tenía un grave trastorno cerebral, lo cual le hacía perder el control de forma que podía llegar incluso a quedarse en coma profundo.
Los médicos nos tuvieron que echar de la habitación para poder tranquilizarlo.
Estuvimos esperando hasta que llegó el médico y nos dijo que podíamos entrar a verlo.
Entramos y lo vimos, indefenso, sin ningún tipo de fuerza.
Al entrar en la habitación me fijé en sus profundos ojos. Me quedé anonadado al ver lo que en ellos se reflejaba: furia y alegría al mismo tiempo.
Me fijé tanto en sus ojos que parecía como si me hubiera adentrado en su ser, descubriendo así sus pensamientos e intensiones.
Uno de mis amigos, Carlos, intentó hablar con él, pero fue inútil ya que José Ángel era incapaz de pronunciar ni una sola palabra.
Yo, al ver que José Ángel no podía hablar, con la mirada entrecortada, miré a mis amigos y me di cuenta de que uno de ellos miraba a José Ángel con cara de asustado, al tiempo que se alejaba de él, sus ojos comenzaron romper en llanto, pero… José Ángel también lo miraba a él, pero su mirada no era normal y corriente, si no con odio, maldad, furia. Era una penetrante mirada que se podía combinar con el color ojos rojo del fuego, conjunto impactante con el color cristalino de las lágrimas que resbalaban lentamente sobre el rostro de José Ángel.
Creo que esa mirada no la olvidaré durante el resto de mi vida.
Unos segundos más tarde me lleve a Fran, que era el chaval que estaba intercambiando miradas con José Ángel, fuera de la habitación, e intenté mantener una conversación con él sobre lo ocurrido. Fran decía haber averiguado lo que sentía José Ángel y el por qué de su raro comportamiento. Según Fran, José Ángel podía estar poseído.
Esa respuesta me entrecortó la respiración de forma que caí al suelo inconscientemente creyendo que estaba cayendo de un precipicio a un enorme e interminable vacío en el que sólo se podía encontrar oscuridad y timidez en el que no hallaba respuesta alguna.
Y de pronto…Empecé a sentir como alguien me daba pequeños golpecitos en el hombro para que me despertara. Eran las 7:45, y ya era hora de levantarse para así volver, como un día cualquiera, a las insoportables clases.”

domingo, 11 de mayo de 2008

La casualidad

Escribo hoy sobre la casualidad porque…porque Manolo me lo ha propuesto. (Jeje)

Podría comenzar comentando qué es la casualidad. Para mí, la casualidad es algo que ocurre de manera repentina, cuando menos lo esperas. Yo podría decir que la casualidad, o la desgana (lo cual va dirigido a Leticia), conocí a Abel. Bueno, a Abel y al resto de mi nueva FAMILIA. Por casualidad la vida me cambió. Un día de Semana Santa estaba muy aburrida, porque mis amigas no estaban, y me dije…bueno, voy a decirle a “quistis” que se venga conmigo a dar una vuelta…pero ella decidió que mejor sería decirle a su hermano “soyelmejo” que fuera él.
Por casualidad pasamos 4 horas paseando, y poco después quedamos para ir a la feria, y finalmente, quedamos para “estar juntos”.
Por casualidad mi vida dio un giro bastante grande, y muy bueno.
A día de hoy conozco a una señora que por su experiencia me ayuda a intentar comprender algunas de las circunstancias que me acontecen.
También conozco a un señor que día tras día me muestra más su sensibilidad, su dedicación, y un poco de sus sentimientos, sólo con su mirada, o leyendo su blog.
Conozco a una muñequita de ojos celestes, preciosos, que nada más verla siento necesidad de moverme, porque es como un torbellino, de esos que arrasa con todo.
Conozco a…esta persona es un pelín más difícil de explicar. Conozco a una mujercita, princesa para mí, que me transmite algo más que ternura. Me transmite fuerza. Lo que me une a ella es un afecto personal, puro y desinteresado, como bien diría Almita.
Conozco a Jose. Sólo diré de él que…Menudo Crak!!! Es genial.
Y por supuesto, comparto mi vida con ese chico que le reprochó a “quistis” por qué le había metido en ese lío.

Espero que esto no cambie nunca.
¡¡Muakas para todos y para todas!!

viernes, 9 de mayo de 2008

DIARIO DE KJUH

A continuación muestro lo que sería para un niño soldado los días de su vida, y cuando digo días, no me equivoco. Me hubiera gustado mostrar alguna fotografía, sin embargo, ¿qué foto podría representar esa situación de injusticia, esa situación que para nada viene a reflejar lo que se transmite en la Declaración Universal de los Derechos Humanos?

13 de noviembre de 2007: Hoy es mi cumpleaños. Acabo de cumplir 12 años. Debería ser un día feliz, pero no es así. Hoy en la mañana me desperté para ir al colegio, sin embargo sé que nunca regresaré. Mi padre se ha acercado a mí, y tristemente me ha dicho que debo de preparar una bolsa con mis cosas. Al anochecer debo abandonar el poblado para protegernos de los grupos armados que secuestra a los niños para convertirlos en soldados. Tengo entendido que a muchos de nosotros también nos usan como espías, mensajeros, guardianes, porteadores, como esclavos sexuales, o incluso nos usan para retirar minas terrestres.
17 de noviembre de 2007: Me he despertado muy temprano con los rayos del sol filtrando mi piel. Hace mucho calor. Regresaré a mi casa, por que no soporto estar sin mi familia.
20 de noviembre de 2007: He regresado a casa. Ahora estoy mucho más solo que antes. Mi padre y mi madre han sido asesinados por grupos armados.
21 de noviembre de 2007: Tres hombres han irrumpido esta mañana en mi casa. Me han reclutado a la fuerza. Seguidamente me han llevado a un campo de instrucción y me han dado un fusil.
22 de noviembre de 2007: Era muy temprano, las 7 de la mañana, y he visto muy de cerca la muerte. Otro niño, un año mayor que yo, ha disparado justo a mi lado por error mientras practicaba. He tenido suerte. Hace unos meses reclutaron a mi amigo, un amigo que no volveré a ver. Su muerte era de esperar, llevaba muchos días sin comer, y se había contagiado de tuberculosis. Temo correr su mismo destino.
13 de diciembre de 2007: Ya llevo unas semanas de instrucción, y mañana me enviarán a la línea de frente para combatir. No sé de donde sacar fuerzas, me encuentro muy débil y dolorido. Uno de los altos cargos me tomó ayer como divertimento de muchos hombres. Abusaron sexualmente de mí. Me duele todo, me escuece, aún tengo sangre debido a sus brutalidades. No fui el único. Me dolió ver que tres niñas también fueron elegidas para sufrir la misma noche.
17 de diciembre de 2007: Me encuentro muy débil. No tengo nada para comer, y toso mucho. Temo correr la misma suerte que mi amigo. Comienzo a expulsar sangre por la boca.
19 de diciembre de 2007: Varios soldados del bando opuesto le han tomado de rehén por cruzar la supuesta línea enemiga, o al menos eso le manifestaban ellos. Le han golpeado hasta dejarle inconsciente. Cuando pudo recuperarse un poco dio unos pasos. Kjuh no puede seguir escribiendo su diario: pisó una mina terrestre que estaba oculta, acabando finalmente con su corta, intensa y dolorosa vida.”

Definitvamente, esto tiene que cambiar.

miércoles, 2 de abril de 2008

Si te apetece volar, vuela.


Día tras día, la vida nos ofrece muchas oportunidades que debemos aprovechar, aunque a veces no las veamos, aún teniéndolas delante de nuestros ojos.
Es cierto que en ocasiones nos encontramos cuesta arriba cuando más cansados estamos, pero es ahí cuando debemos levantar más el ánimo y correr con más fuerzas, porque seguro que al final de la cuesta nos encontramos aquello que tanto hemos deseado, por aquello que tanto hemos luchado.
Nada es imposible. Cuando creáis que hay algo que queréis con muchas ganas pero que no vais a poder conseguirlo, tenéis, o mejor dicho, tenemos que dar el paso, tantear alternativas, luchar, y aprovechar aquello que la vida nos ofrece.

Toda meta conlleva un sacrificio, pero seguro que vale la pena, y seguro que por el camino se disfrutarán de muchos otros placeres. Así la vida nos sabrá mejor.

lunes, 31 de marzo de 2008

Gracias


A diario solemos discutir, pero es normal, convivimos juntas. Sin embargo, no es necesario que pase mucho tiempo antes de que, nuevamente, nos miremos y sonriamos.
No creo que seas consciente, pero cuando enfermas me paso la noche tocando tu mano, igual que tú has hecho conmigo cada vez que me encontraba mal. Desde hace un par de años me da miedo ¿sabes? Ahora más que nunca te necesito a mi lado.
El tiempo puede cambiar a las personas, para bien o para mal. No sé que huella habrá hecho el tiempo en mí. Si sé que hoy te tengo en mi mente, aunque a veces pueda no parecerlo.
Los años pasan, y éstos me han dado la oportunidad de descubrir muchas cosas. Muchas buenas, pero también muchas malas. No sé si lo demostraré, pero te necesito conmigo, con tus regaños, tus gritos…vamos, tal y como eres.
Si en algún momento he hecho algo mal, discúlpame, sé que a veces me pierdo.
Me da miedo pensar que las cosas cambien, porque te quiero conmigo.

A mi madre, la mujer que me dio la vida. Hoy, 23 años después, sigue cuidando de mi vida como si fuera la de ella. Gracias.

sábado, 22 de marzo de 2008

A tu lado


Color, eso es. Color es lo que aportas en mi vida. Uf…me ha costado encontrar la palabra exacta. Y cuando hablo de colores, me refiero a todos, tanto al rojo, azul o amarillo, como al negro y al blanco, y es que a tu lado, lo mismo paso un día, como se suele decir, de color rosa, que un día grisáceo. Lo mismo da, lo único importante es que lo paso a tu lado.
Abel, no hay proyecto en mi vida en el que faltes tu.
Dibujo de María López, toda una artista.

Observa, y sigue actuando.


¿Qué puedo hacer hoy? Es la pregunta que me hago cada mañana al despertar.
Acabo de finalizar un largo camino, y acabo de encontrar que debo comenzar otro nuevo, pero… ¿Cuál de ellos escoger? Diviso que hay varios cortados, y otros a medio abrir. Creo que necesitaré mucho esfuerzo para comenzar alguno de ellos. Esfuerzo, tiempo, dedicación… apoyo, confianza, y oportunidad. Una oportunidad, tan solo una, la sabré aprovechar.
No quisiera ser una simple espectadora de la vida. Sé que puedo hacer algo valioso en ella, sé que puedo.
Deseo que la espera finalice pronto, porque la impaciencia me ahoga, y el empuje me gana.
Con mi mayor admiración, y espero que con permiso de Manolo Navarro, un fabuloso fotógrafo, hago uso de esta fotografía tomada por él para intentar transmitir que la oportunidad de ser meros espectadores está ahí, pero es mejor participar y poder contar las cosas en primera persona.

jueves, 20 de marzo de 2008

Las tormentas del desierto


¡Escuchar como suenan! Sientan el temblor y vean la luz. Hace lo que desea, o aquello a lo que las personas le hemos obligado a hacer. Aún no ha decidido si llorar o reír. Gana el llanto ante la desilusión. Miles de años aportando a la humanidad todo tipo de lujos, y ésta, agradeciendo con descuidos y mucha contaminación. Parecemos no ser conscientes de tantas injusticias. El cambio climático ha llegado. ¿O acaso creéis que en plano febrero podamos vestirnos con camisetas de tirantas?
Las altas emisiones de carbono de los países ricos hacen mella en la naturaleza, y lo peor es que los más perjudicados serán los países pobres, donde aparecerán grandes inundaciones o sequías. Ante esto, el Banco Mundial ya ha propuesto varias alternativas para conseguir una energía que no perjudique tan negativamente, y por tanto, el cambio climático no nos empuje tan directamente al desastre.
A pesar de ello, el ser humano, como tú y como yo, no tenemos contacto con el Banco Mundial, pero sé que podemos ayudar de distintas maneras. Soy consciente de que las medidas que paso a comentar son un poco difíciles de llevar a cabo, pero las menciono por si se puede hacer algo:
- Ante todo, debemos de concienciar a todas aquellas personas que se encuentren a nuestro alrededor y que sean reacios a ayudar a la naturaleza. Sobre todo, sería recomendable hacer hincapié en los más pequeños y pequeñas, para que desde ya puedan comenzar a ser conscientes de tal situación y por tanto actúen.
- Ir en bicicleta en lugar de en coche, o en transportes que consuman nafta, el cual se obtiene del petróleo. Hacer uso de coches eléctricos o con bajas emisiones de CO2.
- Cerremos el grifo mientras nos enjuagamos la boca al lavarnos los dientes.
- Mientras no sea necesario, no encendamos las luces, ya que con estas se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero, o se destruyen ecosistemas. Utilizar bombillas de bajo consumo.
- No utilizar desodorantes en spray.
- Elegir electrodomésticos de tipo A, que consumen un 70% menos de energía que los de tipo G.
- Regular las temperaturas del agua caliente y de los equipos de climatización, ya que por cada grado de más, se consume un 7% más de energía: 20º para calefacción, 25º para aire acondicionado y 35º para agua caliente de la ducha.
- Desconectar aparatos eléctricos que no se usen.
- Separar la basura en aquellos materiales que se puedan reciclar.
- Instalar placas solares en las casas.
Éstas son algunas de las medidas que se pueden llevar a cabo, sin embargo, también soy consciente de que mucha de éstas son propuestas porque tienen beneficios económicos, o si no, pensemos. ¿Recordáis cuando éramos pequeños y se llevaban al bar los botellines? Éstos se reciclaban ya se llevaban de nuevo a la empresa, se limpiaban y volvían a ser utilizados. Ante esto, yo pensé ¡Menuda guarrada! Sin embargo… cuando vamos a un bar a tomar una copa, ¿no nos ponen vasos limpios en los que otras personas ya han bebido?
Comprendo que todo esto es muy complicado, y por eso mismo os animo a que hagamos algo para cambiar la situación tan desastrosa que se nos presenta.

martes, 18 de marzo de 2008

Mi muñeca


Me despiertan dos manitas pequeñas: ¡Venga, ya he llegado! Abro los ojos, y encuentro ante mí a esa niña que me devuelve la vida cada día. Es la muñeca con la que juego a ser mamá, la que me besa y abraza como si lo fuera, la única capaz de hacerme pasar de un estado anímico a otro en tan solo cuestión de segundos. Hay ocasiones en las que la cojo entre mis brazos, la miro y le digo que la quiero, ella me mira y me dice que no me marche sin ella. Que gran nudo en mi garganta cuando no la tengo a mi vera. La necesito a cada instante como si del propio aire que requieren mis pulmones para vivir se tratara. Ella es como una pequeña burbuja, preciosa, pero muy frágil. Yo la cuido para que no sufra, pero mi niña crece. Espero que crezca mientras duerme, rodeada de sueños, y de todo aquello que la hace feliz.


A mi pequeña princesa María.


viernes, 14 de marzo de 2008

Desde aquí, hacia donde estés.


Sentí como algo estallaba dentro de mí. Algo que no me permitía respirar, me ahogaba, y las lágrimas actuaban de mediadora con el exterior. No lo podía creer, pero la almohada, ya no se movía. Un cuerpo se había parado, y una nueva alma pasaba a pertenecer a aquel que te arrebataba de nuestro lado.
A menudo me pregunto si me ves. Quiero creer que sí, pero tu ausencia…me devuelve a la realidad.
Te escribo hoy, porque sé que es la única manera de expresarte lo que siento, esto que me sigue oprimiendo.
Llegaste a decir que si te tenías que marchar, lo harías satisfecho, porque tu misión en esta vida ya la habías cumplido. Hoy siento que aún no era tu momento, porque aún te necesito. Me cuesta saber que el único modo por el que te puedo transmitir lo que estoy viviendo, es a través de tu recuerdo.
Fue duro que me faltara una felicitación, noté tu ausencia, porque mi logro fue el tuyo, gracias a tu apoyo e insistencia. Me faltó tu abrazo. Me hace falta tu vida.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Se abre "Océano de Palabras"

Acabo de abrir un Blog. Pues sí, yo solita... ¿Quién se lo iba a imaginar? Ya hace tiempo escuché hablar de ellos, pero hasta hoy no decidí hacerlo, entre otras razones, porque no me sentía capaz. Ahora que acabo de abrirlo, os animo a que ustedes también lo hagáis.
Bueno, os preguntareis: ¿Y cual es el tema de este blog? Mi contestación es: Ninguna en especial.
Necesitaba simplemente un espacio en el que colgar algunos escritos que tengo, que me encantaría que leyerais, y de paso, comentarais. ¿Que os parece? Os lo agradecería muchísimo, ya que así podría saber un poquito más de ustedes.
Además de ello, me gustaría reservar este espacio como si fuera una pequeña esfera en la que se puede escribir todo lo que se quiera, siempre y cuando sea con respeto, no vaya a ser que me encuentre un día de estos con alguna sorpresilla.
Acabo esta pequeña introducción agradeciendo vuestra visita en la página. Ojalá sean muchas más.