domingo, 6 de julio de 2008

La distancia también duele


¡Dime, hacia dónde lo guías!
¡Dime, dónde le cobijas!
¡Dime, cuándo y dónde le iluminas!
¡Dime dónde, que quiero ir donde está él! ¡Dime dónde, porque no puedo estar ni un solo segundo más sin él!
Espero impaciente su llegada, espero impaciente para poder sentir que de nuevo le tengo a mi lado, que otra vez puedo disfrutar de él.
Cuando está junto a mi, cuando me abraza… ¡Por favor, tiempo, detente! No seas mi enemigo, no juegues contra mí.
Cuando él está lejos…entonces siento la eternidad, entonces comprendo a la soledad.
Cada semana una nueva despedida…¡Me duele tanto!

Te amo, haya los kilómetros que haya entre tú y yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La distancia no se encela de lo vuestro, eso tan grande que sentís, eso k aunque los kilómetros os separen, esta muy presente…. la soledad no te visita, por que el es tu sombra y tu la de el…las almas siempre están juntas, y el deseo de un nuevo encuentro muy presente….os kiero

Manolo Navarro dijo...

Hay algo que nos une a él, aunque dimensionado de forma distinta; el cariño. Amor pasional junto al amor paternal.

Los dos los echamos muchísimo de menos, aunque cada uno a su forma.

Espero que la providencia no nos separe muchas veces de él.

Gracias por quererlo comolo quieres, cgracias por volver a escribir.

besitos.