domingo, 15 de enero de 2012

Tan cerca...

¡¡Oh, oh!! Pensé. ¡¡¡Había roto aguas!!!

Cuando le dije a tu padre que había llegado el momento (jeje) la cara se le desencajó. Así que salimos corriendo. Creo que no respetó ni un solo Stop.

Llegué y directa al paritorio. ¡¡¡¡Uffff, qué dolores más grandes!!!! Nada en comparación con…pero no pasaron más de dos horas…ni dos horas.

Tan lejos…después de haber estado tan cerca de ti, hubiéramos sido una, tu y yo, nosotras.

De nada sirvió luchar tanto, y no puedo evitar seguir imaginando como hubieras sido si al salir de mis entrañas, lloraras. Te imagino continuamente: tus ojos negros, pequeños y redondos; tus labios, finos y acaramelados; tus deditos, pequeñitos pero revoltosos; tu pelo, negro y rizado, con tirabuzones.

Linda princesa mía…me quedé vacía sin ti.

1 comentario:

Leticia! dijo...

Sin palabras! No sabía que hubieras vuelto a escribir!
Es precioso, Riajna! Y triste, muy triste!
Besos!