miércoles, 15 de octubre de 2008

Toma mi mano, no la sueltes...


Dime de qué manera debo explicarme lo que ocurre. En ocasiones, cuando miro al espejo, veo mi reflejo y pienso: soy fuerte. Pero…¿Qué significa ser fuerte? ¿Significa quizás ser capaz de compartir a esa persona a la que quieres?
En ese momento pienso que puedo con todo, sin embargo, cuando miro mis manos, cuando comienzo a sentir dolor, me doy cuenta de que soy una persona, de que siento, de que sufro, no sé como explicármelo, no sé como hacerme creer a mi misma que tengo fe, que debo de tener fe en ti. Me lo repites una y otra vez, pero…al fin y al cabo…¿Quién es la persona que duerme a tu lado? Porque yo no soy. Qué difícil entonces es tener fe en ti.
Con cada caricia me das la vida, y en cuanto das la media vuelta, para volver con ella, me la quitas. Mientras dices que te mueres por mis besos, en realidad la besas ella…dependes de ella. Depende de cómo se encuentre ella ese día, de lo que te pida.
Explícame tu, explícame como arrancar este dolor, esta duda, esto que lentamente se hunde en mi pecho, esta soledad. Te comparto sin remedio, tu cuerpo se divide en dos. En ese momento mis ojos se cierran, mis palabras suenan en el silencio, mi alma se rompe, se desmorona.
¿Piensas entonces que es fácil tener fe en ti?
A veces pienso que este dolor cesará, que algún día llegaras para quedarte a mi lado y no irte más. Que dejarás por una vez que seamos uno.
De nada me sirve despertarme cada mañana con una nueva ilusión si después…después las pisoteas. De nada me sirve.
Imagino que algún día me podré despertar sin miedo a que no estés a mi lado, sin miedo al que dirán, sin miedo a que mi alma se vuelva a romper.

Hoy me he dado cuenta que tener fe en ti me ha dado el tiempo para esperar, y me ha dado la luz para poder mirar en tus ojos, para que pudiéramos hablar con las miradas, para besarnos en las distancia.
Un día nuevo ha amanecido. Siento una nueva sensación, alguien me da calor, alguien roza mi mano y la aprieta fuertemente. Con miedo, con incertidumbre, miro a mi lado…y estas tú. No te vuelvas a ir…

“Desear lo difícil te hace luchar aún más para poderlo conseguir. Cuando lo tienes, el valor se multiplica. Espero que tanto valor sea compañero de la felicidad”

1 comentario:

Manolo Navarro dijo...

Las luces iluminan tu rostro; sólo él; el resto oscuridad. Tu voz resuena con un eco sostenido, graves y agudos controlados.

Mueves las manos y paseas de un lado a otro, entonando distintos acentos; miras al cielo y despues al suelo; y una lágrima recorre tu hermosa mejilla... que termina de caer al suelo justo en el momento que terminas de recitar:"Desear lo difícil te hace luchar aún más para poderlo conseguir. Cuando lo tienes, el valor se multiplica. Espero que tanto valor sea compañero de la felicidad".

Es entonces cuando la poco luz iluminadora se torna con una triste y lenta transicción a la más absoluta oscuridad... silencio... mas silencio... y el telón baja... y sube y se encienden las luces... y todos los que te hemos leido nos levantamos emocionados por lo que nos has recitado.

Increible pequeña Riajna... sencillamente increible.

Un beso y muchos más de parte de otras personas que te han leido.