martes, 15 de julio de 2008

Simplemente, ella.


No me digas que es lo que te duele, no me lo digas, lo sé.
No me digas que has hecho, que no has hecho…porque lo sé.
Tus palabras no me dicen nada de ti, tu mirada sí.
¿Recuerdas cuando decías que no querías ir conmigo de paseo, que te aburrías? No te preocupes, yo aún sigo esperando que quieras venir conmigo, porque yo sí te acompañaré en tu paseo, y te escucharé cuando necesites alguien a tu lado.
¿Recuerdas cuando cogía tu ropa a escondidas porque no me la prestabas? No te preocupes, para que no te enfades, yo hoy sí te dejo mis pendientes…
¿Sabes por qué? Porque las personas crecemos día tras día, paso a paso, y te das cuenta de que en la vida hay personas a las que quieres, a las que te enganchas sin querer, en mi caso, porque ya viniste dada antes de que yo naciera.
Porque serías esa HERMANA que me abriría puertas, esa HERMANA de la que aprendería a ser mayor, esa HERMANA a la que querré como tal durante el resto de mi vida…
Te quiero y te querré sin motivo alguno, pase lo que pase, como si fuera tu madre, porque aún siendo más pequeña que tú, te cuido, te protejo, te defiendo. Simplemente porque me viniste dada. Sencillamente porque mi madre y mi padre, incluso antes de nacer, ya me habían premiado con tu presencia.
Porque gracias a ti comencé a valorar lo importante de la vida, a recapacitar antes de hablar, a pelear por no dejarte pisotear…a tantas y a tantas cosas.
Te quiero…porque te quiero. Simplemente porque eres tú, simplemente porque eres mi HERMANA.

1 comentario:

Manolo Navarro dijo...

Cierto es que en esta bendita vida hay personas a las que quieres y a las que te enganchas sin querer...

Sencillez, ternura, sinceridad y cariño... esas son tus grandes virtudes que hacen que... incluso gente que no te han visto jamás... te conozcan y aprecien sinceramente.

Tu hermana puede estar verdaderamente orgullosa de tí.

Besitos.