jueves, 20 de marzo de 2008

Las tormentas del desierto


¡Escuchar como suenan! Sientan el temblor y vean la luz. Hace lo que desea, o aquello a lo que las personas le hemos obligado a hacer. Aún no ha decidido si llorar o reír. Gana el llanto ante la desilusión. Miles de años aportando a la humanidad todo tipo de lujos, y ésta, agradeciendo con descuidos y mucha contaminación. Parecemos no ser conscientes de tantas injusticias. El cambio climático ha llegado. ¿O acaso creéis que en plano febrero podamos vestirnos con camisetas de tirantas?
Las altas emisiones de carbono de los países ricos hacen mella en la naturaleza, y lo peor es que los más perjudicados serán los países pobres, donde aparecerán grandes inundaciones o sequías. Ante esto, el Banco Mundial ya ha propuesto varias alternativas para conseguir una energía que no perjudique tan negativamente, y por tanto, el cambio climático no nos empuje tan directamente al desastre.
A pesar de ello, el ser humano, como tú y como yo, no tenemos contacto con el Banco Mundial, pero sé que podemos ayudar de distintas maneras. Soy consciente de que las medidas que paso a comentar son un poco difíciles de llevar a cabo, pero las menciono por si se puede hacer algo:
- Ante todo, debemos de concienciar a todas aquellas personas que se encuentren a nuestro alrededor y que sean reacios a ayudar a la naturaleza. Sobre todo, sería recomendable hacer hincapié en los más pequeños y pequeñas, para que desde ya puedan comenzar a ser conscientes de tal situación y por tanto actúen.
- Ir en bicicleta en lugar de en coche, o en transportes que consuman nafta, el cual se obtiene del petróleo. Hacer uso de coches eléctricos o con bajas emisiones de CO2.
- Cerremos el grifo mientras nos enjuagamos la boca al lavarnos los dientes.
- Mientras no sea necesario, no encendamos las luces, ya que con estas se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero, o se destruyen ecosistemas. Utilizar bombillas de bajo consumo.
- No utilizar desodorantes en spray.
- Elegir electrodomésticos de tipo A, que consumen un 70% menos de energía que los de tipo G.
- Regular las temperaturas del agua caliente y de los equipos de climatización, ya que por cada grado de más, se consume un 7% más de energía: 20º para calefacción, 25º para aire acondicionado y 35º para agua caliente de la ducha.
- Desconectar aparatos eléctricos que no se usen.
- Separar la basura en aquellos materiales que se puedan reciclar.
- Instalar placas solares en las casas.
Éstas son algunas de las medidas que se pueden llevar a cabo, sin embargo, también soy consciente de que mucha de éstas son propuestas porque tienen beneficios económicos, o si no, pensemos. ¿Recordáis cuando éramos pequeños y se llevaban al bar los botellines? Éstos se reciclaban ya se llevaban de nuevo a la empresa, se limpiaban y volvían a ser utilizados. Ante esto, yo pensé ¡Menuda guarrada! Sin embargo… cuando vamos a un bar a tomar una copa, ¿no nos ponen vasos limpios en los que otras personas ya han bebido?
Comprendo que todo esto es muy complicado, y por eso mismo os animo a que hagamos algo para cambiar la situación tan desastrosa que se nos presenta.

2 comentarios:

Manolo Navarro dijo...

Ojalá este artículo tuyo sirva para que ayudemos a la naturaleza; con poquito de todos, y casi sin esfuerzo, consiguiríamos mucho.

Felicidades por el artículo.

Besitos.

Manolo Navarro dijo...

Por cierto, preciosa fotografía.

Otro beso.